No hay duda de que la pandemia mundial ocurrida debido al famoso COVID-19 ha cambiado muchos aspectos de nuestras vidas. Desde las formas de trabajar, la forma de relacionarnos con nuestros amigos y familiares o nuestros hábitos de consumos.
Pero una de las cosas que más nos ha afectado es el uso de productos y materiales de protección ante el coronavirus. Tras un año con esta realidad, podríamos decir que resulta extraño encontrarse con un viandante sin mascarilla o un establecimiento sin gel hidroalcohólico.
Precisamente, uno de los medios de protección individual más codiciados curiosamente son las mascarillas reutilizables negras.
¿Por qué las mascarillas reutilizables son importantes?
El virus del COVID es muy volátil. Y muy contagioso. Debido a su pequeño tamaño y peso, el virus puede quedar suspendido en el aire. Especialmente debido a la expulsión de micropartículas al hablar o respirar las personas. Por este motivo, resulta clave en la lucha contra la propagación del virus usar mascarillas como elemento que impide la dispersión al aire.
También es cierto que las mascarillas filtran el aire. Por tanto, la protección es doble, por un lado se evita la difusión y por otro se limita la transmisión al cuerpo.
Con el uso diario de las mascarillas estas pierden efectividad, por ello, hay que desecharlas con frecuencia.
¿Por que usar mascarillas reutilizables?
Cada vez que nos encontremos en un espacio cerrado, la acumulación de partículas en suspensión representa una amenaza ya que al inhalar durante el ciclo de respiración, podemos aspirar agentes patógenos. En espacios abiertos, aunque estén más ventilados, igualmente existe riesgo de transmisión. El uso de las mascarillas nos permitirá imponer una barrera para evitar el contagio.
Beneficios de las mascarillas negras reutilizables
Aunque a estas alturas de la pandemia, prácticamente todos somos conscientes de la importancia del uso de las máscaras quirúrjicas, o como comúnmente se conocen mascarillas, debido a la expansión en su uso han empezado a aparecer variantes y modelos diferentes a los habituales. Como medida de diferenciación, muchos fabricantes han comenzado a aplicar colorantes y pigmentos en las telas usadas para la elaboración de mascarillas de color.
Científicamente, el colorante no produce ningún beneficio o cambio en la capacidad de protección de los elementos, por lo que es una cuestión estética más que efectiva.